El proyecto Conecta+ trabaja en la construcción de estrategias para la conservación de la biodiversidad, incluyendo acciones de monitoreo biológico que puedan servir como herramientas para la toma de decisiones y garantizar un equilibrio entre la actividad humana y la conservación.

El área de influencia comprende 1,747,342 hectáreas (ha), de cinco corredores biológicos: Guajiquiro-Jilguero, Anillo Verde, Trifinio-Fraternidad Joya de las Américas, Yojoa y Lempira.

Las zonas núcleo a conservar son 15 áreas protegidas que suman 287,266 ha, que se complementan con 1,460,076 ha de paisajes donde se han identificado zonas de interconectividad biológica.

Existen diversas formas de medir los cambios sobre la biodiversidad, siendo uno de ellos el monitoreo biológico usando diferentes metodologías, equipo y criterio. El uso de indicadores ecológicos (especies, grupos taxonómicos, procesos, entre otros) es fundamental para medir total o parcialmente el impacto humano ambiental, hacer seguimiento y resolver problemas de conservación a corto plazo.

En ese sentido, se ha seleccionado a seis especies indicadoras de conectividad en los corredores biológicos del sur-occidente de Honduras, cuatro especies de mamíferos del grupo taxonómico de los felinos: Puma (Puma concolor), Ocelote (Leopardus pardalis), Yaguarundi (Herpailurus yagouaroundi) y tigrillo (L. wiedii) y dos especies de aves: Chipe mejillas doradas (Setophaga chrysoparia) y Quetzal (Pharomachrus mocinno).

El monitoreo sistemático nos permite conocer su estado de conservación y el de su hábitat, para continuar desarrollando acciones de conservación.